jueves, 4 de diciembre de 2008

Chau, chau, Adiós...

Lunes 01/12/2008 - EL DÍA QUE SE FUERON DE CASA



Uno ve pasar por la vida gente que va y viene. Ve... gente "buena", gente "no tan buena" y gente "mala". A veces, a esa gente "mala", sólo la ve pasar, la conoce sólo a través de algún conocido que le contó acerca de una persona así, lo ve con sus propios ojos pero no lo vive. La conoce, pero de lejos, sólo pasa efímeramente en la vida de uno. Pero a veces uno llega a convivir con esa gente, la sufre en carne propia, vive para contarlo. Sobrevive para contarlo. Esa gente altamente egoísta, que piensa sólo en sí misma, que se autopone en una posición de víctima, que se victimiza por todo, que miente, que roba, que no respeta, que destruye. Esa gente que te ocupa una parte importante de tu vida, que se arraiga, que se adhiere como una sanguijuela, absorviéndote toda la energía buena. Que se abusa de tu bondad al punto de hacerte caer en el extremo contrario. Al punto de hacerte desearles lo peor. Esa gente que sólo va por la vida cosechando cosas feas y malas. Pero que, un día como hoy, por suerte se aleja. Bien lejos. Y te deja una combinación de sentimientos encontrados. Por un lado, un grandísimo y enorme alivio porque se fueron, porque "te los sacaste de encima", porque CHAU, se fueron. Pero, por otro, una sensación de... ¡Odio! Sí, odio, o bronca, o lo que sea que se le parezca, porque pasaron como un huracán, arrasando con todo alrededor y destrozándolo todo. Sin importarles... que no era de ellos. No tuvieron respeto por tus cosas y así las dejaron. Empezar todo de cero... eso sí es difícil.

No hay comentarios: